EE. UU. y China pactan una tregua comercial histórica: ¿respiro global o pausa estratégica?
EE. UU. y CHINA pactan una tregua comercial histórica: ¿respiro global o pausa estratégica?
Después de años de tensiones, tarifas altísimas y dimes y diretes, Estados Unidos y China han decidido, al menos por ahora, bajarle varias rayitas a su guerra comercial. Esta semana anunciaron una tregua de 90 días en la que ambos países van a reducir de forma considerable los aranceles que se estaban aplicando mutuamente.
¿La reacción? Positiva. Los
mercados respiraron, la confianza del consumidor en EE. UU. se disparó y muchos
analistas ya están haciendo cuentas para ver quién gana con esta pausa.
¿Qué se acordó exactamente?
En resumen, se trata de una especie de “alto al fuego económico”. Estas son las claves del acuerdo:
- Estados Unidos baja sus aranceles a productos chinos del 145% al 30%.
- China también afloja la cuerda, y deja sus tarifas sobre bienes estadounidenses en solo 10%, cuando antes estaban en 125%.
El acuerdo, ojo, no es permanente. Tiene fecha de vencimiento: 90 días para negociar y ver si se puede llegar a algo más serio. Pero por lo pronto, es un buen comienzo para calmar las aguas.
¿Y qué tan buena noticia es esto?
Bastante. En EE. UU., por ejemplo, la confianza del consumidor subió como no lo hacía desde hace cuatro años. Eso se traduce en más compras, más inversión y, en general, mejor ánimo económico. Y lo mismo pasa con muchas empresas que estaban atrapadas en medio de esta guerra de tarifas.
Algunos sectores que se van a
beneficiar casi de inmediato:
- Electrónica y semiconductores.
- Agricultura (como la soja y el maíz).
- Maquinaria pesada e insumos industriales.
¿Y por qué justo ahora?
Hay varias razones, pero aquí te
dejamos las más probables:
- En EE. UU. hay elecciones a la vuelta de la esquina. Y bajar la inflación y mejorar el bolsillo del votante nunca está de más.
- China no está creciendo como antes, y este respiro podría ayudarle a estabilizar su economía.
- Y claro, ambos países están sintiendo presión de empresas, inversionistas y otros gobiernos para dejar de jugar a las sanciones cruzadas.
¿Cómo
afecta esto al resto del mundo?
Mucho más de lo que parece. Aunque parezca un pleito entre dos gigantes, la verdad es que todos dependemos, de una forma u otra, del flujo comercial entre China y EE. UU. Si ellos se trenzan a golpes, todos los demás nos salpicamos.
- Países como México, Vietnam o India pueden reordenar su estrategia de exportaciones.
- Empresas globales ahora tienen un poquito más de claridad para planear su producción y logística.
- Y para los consumidores, podría significar productos un poco más baratos (o al menos, sin aumentos tan agresivos).
¿Y después de los 90 días?
Esa es la gran incógnita. Si
logran avances reales en temas más de fondo como el robo de propiedad
intelectual, los subsidios industriales o el acceso al mercado tecnológico,
podría abrirse una etapa más estable en la relación.
Pero si solo están ganando tiempo…
bueno, podríamos estar viendo la calma antes de una nueva tormenta.
En resumen:
Esta tregua no resuelve todos los problemas, pero sí le baja la temperatura a una relación que estaba al rojo vivo. En un mundo tan interconectado como el actual, que las dos mayores economías del planeta se den la mano (aunque sea por 90 días) ya es ganancia. Ahora toca ver si logran sentarse en serio… o si es solo un paréntesis antes del próximo round.
Si usted está interesado en el análisis de este procedimiento de comercio exterior o requiere asesoría ante una situación legal, no dude en contactarnos, estamos para contribuir en el bienestar de sus operaciones.
WhatsApp o llamada: 33 2840 3734 📞 Link directo al chat: https://wa.me/message/DPEFB3I6RNBPE1
Correo: contacto@mm-consultores.mx
Artículo creado por: LINI. Pablo García
Referencias:
Comentarios
Publicar un comentario